Cuando el Huáscar se encontraba a unos 600 metros de la Esmeralda, un bote se le acercó, en él iba el capitán de puerto y de corbeta, Salomé Porras, junto al práctico Guillermo Checlay y el periodista Modesto Molina, quienes le informaron a Grau que la Esmeralda estaba protegida por una línea de torpedos fijos.[14] [15] Ante esta información, Grau decidió mantener una distancia de 500 metros de la corbeta, posición desde la cual abrió fuego.
Grau, al observar el movimiento de la Esmeralda, se dio cuenta de que la información de la defensa con torpedos era errónea, por lo que decidió atacar empleando su espolón. Enfiló su proa hacia el costado de babor de la Esmeralda. Prat trató de esquivar el golpe dando avante y cerrando la caña a babor no logrando esquivar el golpe que recibió a la altura del palo mesana sin mayores daños. Al chocar ambos buques el monitor Huáscar disparó sus cañones de diez pulgadas (300 libras) a corta distancia, produciendo la muerte de 40 o 50 marineros y soldados.[19]
El espolonazo del Huáscar, a su vez, fue recibido con una tremenda descarga de las baterías de la Esmeralda y fuego de fusilería, lo que no causó mayor daño en el monitor.
Prat al ver la cubierta del buque enemigo a sus pies gritó:
"¡al abordaje, muchachos!"En medio del estruendo, Prat pretendió abordar el Huáscar, saltó a la cubierta del Huáscar siendo seguido por el sargento Juan de Dios Aldea y el marinero Arsenio Canave[20] [21] quien perdió impulso y cayó al agua.[22]
Arturo Prat. 21 de mayo de 1879
Una vez a bordo, Prat, armado con un sable y un revólver, avanzó hacia la torre de mando, en el trayecto hacia ella ultimó al oficial de señales, el teniente segundo Jorge Velarde. Al avanzar a babor de la torre de Coles, fue alcanzado por las balas en una de sus rodillas. Un marinero salió a cubierta,[23] dándole un hachazo[24] en la frente que le causó la muerte inmediata.[25] A su vez el sargento Aldea cayó herido por una descarga de fusilería sobre la cubierta. Grau hizo un esfuerzo por salvar la vida de Prat pero ya era tarde.[26]
El Comandante Grau quiso dar tiempo para que sus adversarios se rindieran, por lo que retira el Huáscar después del espolonazo. En la Esmeralda, tomó el mando el Teniente 1o. Luis Uribe Orrego, quien llamó a reunión de oficiales y deciden no rendirse. Al tiempo que un marino subía al palo de mesana para clavar las banderas.[27]
Grau al ver que la tregua no daba resultado decide espolonear nuevamente a la Esmeralda, lanzándose a toda velocidad sobre ella, ahora por el costado de estribor. Uribe trató de maniobrar igual que Prat y logró presentar su costado en forma oblicua al espolón del monitor Huáscar, pero esta vez se abrió una vía de agua, ingresando a raudales a la santabárbara y a las máquinas. El buque quedó sin gobierno y sin más municiones que las que había en cubierta.
Nuevamente los cañones del Huáscar disparados a tan corta distancia que se mataron a varios tripulantes entre ellos a los ingenieros y fogoneros que salían a cubierta y arrasó la cámara de oficiales, convertida en enfermería. Se efectuó un segundo intento de abordaje por otros doce tripulantes chilenos, al mando del teniente primero Ignacio Serrano llevando rifles y machetes, el cual también resultó infructuoso, cayendo sobre la cubierta del monitor.[28]
A las doce diez de ese día la Esmeralda desapareció de la superficie del mar.
En total, el Huáscar disparó 47 proyectiles y fue impactado por 6 bombas y 23 balas. Los chilenos acusaron 143 muertos. Los peruanos perdieron al teniente segundo Jorge Velarde y siete marineros resultaron heridos. Grau, antes de avanzar para reunirse con la Independencia, dispuso el salvataje de los 57 náufragos de la Esmeralda.[30] Los corresponsales de guerra peruanos Modesto Molina del "El Comercio de Iquique", Julio Reyes de "El Comercio de Lima" abordo del Huáscar, relatan en sus despachos que los sobrevivientes chilenos
".... dieron un ¡Viva el Perú! y encomiaron el valor y generosidad de los peruanos para con los rendidos"
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